lunes, 14 de mayo de 2012

Crónica obligada

Escribo estas líneas con el mismo compromiso rutinario con el que se felicita una boda, un bautizo o una comunión a los que no tienes intenciones de asistir porque, precisamente, estás muy ocupado en abolir este tipo de actos. Los seguidores de estas páginas electrónicas saben desde qué perspectivas he valorado –y valoro– el fenómeno 15M, valoraciones que son perfectamente aplicables a la onomástica celebrada este pasado fin de semana. Como se me antoja redundante –y aburrido– repetir lo que ya he repetido en exceso, me limitaré a vomitar algunas impresiones, personales e intransferibles, de última hora.
Estas últimas manifestaciones, en sí, con su alegre crisol de individuos, son el auténtico reflejo de aquella incipiente pluralidad ganada hace un año, de aquella expresión cada vez más multitudinaria de un NO, de un BASTA rotundos, sin colores, ni banderas, ni doctrinas definidas, de una multitud que no sabe cómo saldremos de esta, que intuye pero no comprende –todavía–, pero ha descubierto que no está sola... Este pasado fin de semana, durante el recorrido de esas manifestaciones, se pudo palpar el espíritu que se pretendía rememorar. De eso no cabe duda.
Sin embargo, en la Plaza Catalunya de Barcelona ha sido otro el cantar, porque lo que allí se ha instaurado, como era previsible, no tiene más valor que el de unos símbolos que, como también cabía esperar, desprenden un halo de primitivismo, bucólico y temeroso a un tiempo, que constata y se corresponde con la reacción primaria del animal humano asustado ante la situación adversa y/o novedosa: volverse a la cueva a darse pomada. Ya no es espontáneo lo que se monta en la plaza, ni plural –a uno le quemaron una bandera en el perímetro de la plaza, mientras en el centro ondeaba otra–. Es como un mercadillo de tiempos bíblicos... Aquellos tenderetes que fueron espontáneos, son ahora premeditados; los más fariseos ya no comparten, sino venden, chapas, libritos, fotos de la "revolución", remedios milagrosos para el estrés... Donde hubo humanos diferentes, por primera vez frente a frente, dispuestos a escucharse, hay ahora hileras de personal dándose masajes en la espalda; corros sentados en el suelo porque el ritual exige ese formato, pero en las cartulinas hay escrito lo mismo del año pasado... En las escalinatas, improvisados anfiteatros, se acomodan los viejos gurús con sus séquitos de acólitos, ante una audiencia que los mira desde abajo, reproduciendo fielmente la estructura piramidal que se nos desmorona encima. Siguiendo la máxima de Warhol, con las cámaras delante, el personal posa, micrófono o megáfono en mano, para sus minutos de gloria. A este paso, no me sorprendería que el año que viene sea el propio Ayuntamiento (que seguirá corrupto) y las universidades (que seguirán corruptas), junto a las instituciones artísticas (que seguirán corruptas) quienes organicen el cotarro, por su pintoresco valor cultural, folclórico y turístico, claro está. ¡¿Pero es que no hay más música en el mundo que el reggae, Lluis Llach y esos tambores cansinos?! En fin, que nunca el presente se pareció tanto a La vida de Brian...
Quede claro que no pretendo negar el derecho de las gentes a expresar sus sentires y a disfrutar de sus rituales preferidos. No faltaba más. Pero en pos de una perspectiva lo más precisa y racional posible, y con todo mis respetos, déjenme que me exprese yo y dude de que el proceso de análisis y desarrollo de las soluciones a los problemas que nuestro tiempo nos plantea radique en adoptar una especie de "hippismo" que parece anhelar que todos volvamos a abrazar la vida en los árboles –abajo, quiero creer–. Y con todo esto no quiero decir, repito, que se haya perdido lo que de valioso tuvo el 15M. No. Pero lo que de positivo tuvo, tiene y ha generado no está ya, desde luego, en el ritual de las plazas. Está, como siempre sucede, en los frentes más crudos, invisibles e inhóspitos, intentando abrir, a golpes de razón, imaginación y pensamiento libre y crítico, nuevos boquetes por donde se pueda proyectar el futuro.

4 comentarios:

  1. Ángel compañero, cuánto tiempo!! Échale un ojo a esto, te va a gustar ;)

    http://xurl.es/i0xr3

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  2. ¡Hombre, caballero! Encantado de volver a leerle. ¡¿Pero de dónde saca este material?! :-D Muchísimas gracias por seguir alimentando la memoria y por la labor documental. Es usted un máquina. ¡Anímese y venga el sábado a vernos!

    Gracias otra vez y un abrazo.

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  3. Felicidades Ángel y muy bueno el artículo! Un abrazo grande!

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  4. ¡Sr. Txepo! ¡Qué alegría! Gracias por las felicitaciones. Abrazos muy fuertes y a ver si nos vemos, demonios. ;-D

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