jueves, 7 de junio de 2012

Pasatiempo

Empeñado como está uno en sobrevivir, no dispongo del tiempo que quisiera para dedicarle a esta querida palestra que, de momento, me da mucho de alegría, pero poco de comer. Sin intención alguna de abandonarla, aprovecho un respiro en mi tempestuosa situación para dejarles aquí un par de notas breves que espero sirvan, cual cubo de Rubik, para entretenerles un rato... 

Nada volverá a ser lo mismo

Ante el bochornoso y desvergonzado caracoleo de la casta política de la Piel de Toro en todo lo referente a una interminable serie de casos de corrupción que claman al cielo, en poco menos de veinticuatro horas se han recogido cerca de veinte mil euros para formalizar, desde la ciudadanía, una querella que lleve al banquillo a banqueros y políticos susceptibles de estar implicados en el asunto de Bankia.

Aún en el caso, harto probable, de que eso que denominamos "Justicia" lograra exonerarlos, la jugada no habrá sido en vano: además de una prueba más del potencial de las redes sociales para cosas como esta, entre otras muchas, queda sentado un precedente, sembrada una semilla. El ciudadano habrá aprendido a hacer algo que no había hecho nunca, habrá superado el miedo a hacerlo. Habrá puesto a prueba un nuevo tipo de ariete, que, además de derribar nuestros propios muros de miedo, está basado en la razón y no en la fuerza bruta; en la consciencia y no en la pura furia. Y si la "Justicia" no es tal, quedará retratada con nitidez a los ojos del planeta entero, dando un paso más en su vergonzoso trastabilleo contra las cuerdas.




Welcome to the Third World War

Así, como quien no quiere la cosa, estamos inmersos en la III Guerra Mundial. Pero esta vez no es por tierra, mar y aire donde se libran los combates; es en los parqués de la Economía donde están los campos de batalla. Las conquistas no se logran entrando con tanques hasta la cocina del oponente, sino por el domino de su sistema económico...

La población civil, dolorida por las heridas que sufre en forma de recortes y paro, instigada y azuzada a base de miedo, inquietud e incertidumbre hasta el límite de la insurrección, no alcanza a concebir los grandes despliegues sobre el mapa extendido. En esta ocasión, el grueso de las bajas no son físicas, son anímicas, son ideológicas...

La infantería de a pie se encuentra esta vez parapetada tras las pantallas de sus terminales, librando, de sol a sol, las más cruentas escaramuzas en los campos de operaciones de la comunicación, la información, la propaganda, la guerra psicológica, frentes que conforman la mayor red de trincheras jamás concebida...

El gobierno alemán negocia con la oposición la implantación de algo que se parece mucho a la "Tasa Tobin"... Bruselas dice ya que "las crisis financieras no las paguen los ciudadanos"...

El incesante bombardeo destapa fabulosos zulos de corrupción, despilfarro y trapicheos, dejando al descubierto a hordas de sinvergüenzas, clanes familiares y castas políticas de todo tiempo y pelaje que, con la boca llena de botín y empujándose y acusándose unos a otros, corren como ratas bajo los faldones de una Justicia deshonrada, mal herida y que se desangra por momentos...

Porque hay un plan, de eso no les quepa duda. Y no digo que sea ni mejor ni peor, sólo que es uno con enjundia y vericuetos que van más allá del "filtrado" esta semana en la prensa –más que "filtrado" ha sido "liberado", creo yo, para que nos vayamos peinando–. Es un plan estratégico que viene de lejos, poco tiene que ver con las conspiranoias al uso y conduce, de forma inexorable, a un modelo planetario...